Resulta que la web www.opentopia.com se dedica a captar y colgar en su página webcams de todo el mundo. Muestras aquí en España, las tenemos por ejemplo en el Hotel Les Dunes de Benidorm o la empresa Assist Card de Madrid, y así hasta 29 más. Resulta que si entras a trabajar en esta empresa no sólo tus jefes te tendrán controlado sino que tu pareja incluso puede observarte desde donde quiera para ver si te escaqueas y/o ligas con la compañera de al lado (que pobrecita ni gira la cabeza en todo el día!!).
Mostrar estas imágenes es ilegal según la Ley de Protección de Datos, ya que la imagen no se puede ceder sin el consentimiento de la persona.
¿La excusa de Opentopia? que la página sólo capta imágenes que ya estan en la Red, y Assist Card ha iniciado una investigación ya que desconoce como han robado la señal de sus cámaras de vigilancia. En el caso de ciertos hoteles y restaurantes de España que aparecen en Opentopia indican que las cámaras están a la vista, por lo que no se avisa en ninguno de ellos de que se están realizando grabaciones que a su vez son colgadas en tiempo real en internet.
Colegios e institutos, taxis, urbanizaciones, hoteles, piscinas, aparcamientos, garajes privados, supermercados, bancos, el metro, el tren, el autobús, tu empresa... cada vez son más los lugares en los que nos están grabando. Para prevenir el acoso escolar, para controlar que nadie te raye el coche, para ver quién entra en tu urbanización... los motivos para vigilar son inagotables. Y con Internet, todo puede acabar después en cualquier ordenador. Lo que se ha grabado con fines de seguridad sirve, finalmente, para satisfacer la curiosidad y el gusto por ver lo que hace el vecino o aquél que nos cae tan mal o de quién no nos fiamos. Total, por Morbo.
El director de la Agencia de Protección de Datos española, declaró la semana pasada de la existencia de un "desarrollo imparable" de la videovigilancia privada. Algunos de ellos, como el del metro de Madrid, con más de 3.000 cámaras instaladas. En China, en un sólo barrio, Shenzhen, se han instalado 20.000 cámaras en las calles con la intención de hacerlo más seguro.
Y todo porque no hay ley que regule la videovigilancia privada. Se aplican la Ley de Derecho al Honor, Intimidad y Propia Imagen, la Ley de Protección de Datos y/o la Ley de Seguridad Privada. Abogados y Protección de Datos coinciden en que se trata de una auténtica aberración contra la intimidad de los ciudadanos. Las personas que son grabadas son absolutamente identificables. La cesión de imágenes y la posterior introducción en internet vulnera todas las normas sobre protección de datos. Internet lo admite todo, pero no todo es admisible.