no hay lugar en donde estar, después de estarte.
No es sencillo permanecer en el silencio
si resuena en mi la brisa que te nombra.
Cuando despierto de tanto delirio dado,
brindado como una vertiente,
y me doy cuenta de lo estúpido que es todo esto,
guardo las llaves en los bolsillos
y me limito a dormir en los portales,
de nuevo bajo la luz de la luna.
No es sencillo permanecer en el silencio
si resuena en mi la brisa que te nombra.
Cuando despierto de tanto delirio dado,
brindado como una vertiente,
y me doy cuenta de lo estúpido que es todo esto,
guardo las llaves en los bolsillos
y me limito a dormir en los portales,
de nuevo bajo la luz de la luna.