La presentación del otro día de Kaká y la de ayer de Cristiano Ronaldo como jugadores del Real Madrid, me ha hecho pensar en esta sociedad y en el concepto de masa monetaria. Me explico. El otro día, fueron a ver 15 minutos de presentación de algo ya conocido como el fichaje de un jugador, Kaká, 55000 personas. Ayer dicen que 90000 y los que quedaron en la puerta. Hay estadios de 1a división que no tienen esa capacidad, y que aún teniendola, no la alcanzan en toda la temporada. Todo el día oímos insistentemente el dineral que se han gastado por unos jugadores tanto de boca del Presidente del Gobierno, como de la Iglesia, periodistas y gente de a pie, porque estamos en una gran crisis, etc. Pero precisamente en estos momentos, creo que estas inyecciones de moral e ilusión, por una parte, y de dinero por otra, son muy importantes. A colación, la siguiente historia:
En una pequeña ciudad todos tienen deudas y viven a base de créditos. Por fortuna, aparece un millonario y entra en un hotel pidiendo una habitación. Pone un billete de 500 euros sobre la mesa de recepción y pide ver las habitaciones. El dueño del hotel sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero. Este coge el billete y paga su deuda con el granjero. Este se da prisa a pagar al proveedor de pienso para ganado, que coge el billete y liquida una deuda con una prostituta a la que hace tiempo que no paga. Ella se dirige al hotel y abona las veces pendientes que había traído clientes y no había podido pagar. El dueño del hotel reconoce el billete de 500 euros justo cuando baja el magnate de ver las habitaciones y, diciendo que no le convencen, vuelve a guardar su billete.
Nadie gana nada, pero todo el mundo vive sin deudas y mira al futuro de nuevo con confianza. Justo lo que esta sociedad necesita.
En una pequeña ciudad todos tienen deudas y viven a base de créditos. Por fortuna, aparece un millonario y entra en un hotel pidiendo una habitación. Pone un billete de 500 euros sobre la mesa de recepción y pide ver las habitaciones. El dueño del hotel sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero. Este coge el billete y paga su deuda con el granjero. Este se da prisa a pagar al proveedor de pienso para ganado, que coge el billete y liquida una deuda con una prostituta a la que hace tiempo que no paga. Ella se dirige al hotel y abona las veces pendientes que había traído clientes y no había podido pagar. El dueño del hotel reconoce el billete de 500 euros justo cuando baja el magnate de ver las habitaciones y, diciendo que no le convencen, vuelve a guardar su billete.
Nadie gana nada, pero todo el mundo vive sin deudas y mira al futuro de nuevo con confianza. Justo lo que esta sociedad necesita.
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