9 de agosto de 2011

Un placer para los sentidos


Hoy he tenido el placer de saborear una gelatina de gintonic con helado de lima y espuma de rosas. Así del tirón no logras plasmar lo que conlleva esa copa-postre. El intercambio de texturas en el paladar es inigualable. La espuma es lo primero que te encuentras en la copa. La textura es suave y el gusto afrutado y a la vez tan seco y ácido que golpea la mente. Bajo la espuma aparece un helado de lima, que contrasta con la espuma con su toque frío y de mayor acidez. Si hundes un poco más la cuchara por fin obtenemos la gelatina de gintonic, de textura muy suave y a temperatura ambiente. Si consigues mezclar los tres ingredientes, los sentidos se abren totalmente y puedes percibir el toque ácido en la nariz mientras el gusto te lleva a recorrer el paladar deslizando todos los sabores y texturas. La mente se dispara y los sentidos se agudizan. Se intercambia la razón por la necesidad felina de volver a comer, a dejar que este postre se deslice por la boca y recorra el estómago. Debes dejar sentir a la tentadora provocación de éste sensual combinado mediante la fresca y dulce fragancia y así logras percibir como éste juega de forma traviesa con el aroma a lima y su cremosa espuma de rosas.
Lo dicho, un placer para los sentidos.

1 comentario:

Vero dijo...

Se pueden describir mejor las sensaciones que la forma en como tu lo haces?!?

Sólo leerte, paladeas sin darte cuenta y notas la boca repleta de saliva!!

Vero