22 de septiembre de 2011

Hartazgo


Resulta que en unas 30 horas habré recorrido más de 1700 kilómetros. Hoy me he levantado a las 4:15am, en Barcelona, he volado a Madrid, y luego a Pamplona, corriendo y sin apenas tiempo para nada, aunque haciendo mucho. He revisado instalaciones, máquinas y estructuras. He pasado una auditoría muy satisfactoria. He volado en aviones grandes, un Airbus A320, y  en una avioneta, un Bombardier jet 1000, he preparado informes, solicitado accesos para que los demás puedan trabajar, he preparado una formación para mañana y cierta documentación que necesitaba.  Y he estado pendiente de ciertos procesos que se llevaban a cabo en Barcelona, Madrid, Vitoria, y Castellón.Y tras todo ello, me he dado cuenta que hoy no he ido al baño. Que la necesidad de llegar a todo me ha hecho olvidar cosas tan básicas como esa. Y es que hay veces que se me escapa el tiempo entre los dedos. Que no valoro el tiempo. Que no me da tiempo de ver más allá. Y cuando reflexiono sobre ello, me pongo de muy mal humor. 

Estoy en un hotel espectacular, un antiguo palacio de Pamplona, inmejorable la situación y con unas instalaciones de lujo, pero a las que no voy a hacerles caso. Aprovechar la cama porque debo dormir. Nada más. Porque ni tengo ganas, ni tengo tiempo... Debería tomar aire, pero es que no me da tiempo... 

Hay días, sobre todo si empiezas la jornada muy temprano, en la que recuerdas el refranero español y aquello de 'A quien madruga...', pues eso, que sólo se levanta más temprano...

16 de septiembre de 2011

Sueño hambriento


Cuando la luna es una guadaña, cuando al alba, la noche se presenta salada, me paro un instante. Es cuando percibo el rugir de las entrañas, esas que buscan un lugar donde existe un volcán hecho de estremecimientos, de olas imposibles en un mar de agua dulce y salda, donde el vapor sabe a canela y los círculos son el único movimiento posible. Me enervo y siento, escucho, y percibo, sólo el sentir más profundo. Me detengo y tomo el olor del sonido, que me sabe a azahar, por lo que no dudo en salpimentarlo con dama de noche y sólo de un mordisco oigo su sabor...

Y es que parece que los días que se avecinan vendrán con el hambre atrasada!