Una vez más es Navidad. Una vez más los niños de San Ildefonso cantan con la misma repetitiva melodía los premios de la lotería nacional, que toca en todas partes menos en tu casa. Una vez más vemos los medios saturados de anuncios de juguetes para los niños y colonias para los adultos. Una vez más escucharemos en la radio un villancico cantadado por un coro de niños en una grabación de hace 50 años. Una vez más Freixenet contrata a una superestrella para grabar una mierda de anuncio. Una vez más el Papa Noel verde de toda la vida es sepultado en nuestra memoria por el rojo de Coca-Cola, y éste a su vez es sustituido por el Santa Claus de los estadounidenses. Una vez más la gente sale a la calle para comprar, comprar y comprar. Una vez más tenemos que tragarnos un telefilme de un niño que no cree en Santa Claus hasta que lo conoce en persona y vuelve la magia. Una vez más el Rey trabaja esta noche, por primera vez en todo el año, y hasta el año que viene. Una vez más tenemos que cenar al lado de algún familiar al que no soportamos. Una vez más engordamos 10 kg entre turrón, mantecados y polvorones. Una vez más engullimos uvas al tiempo que nos hacemos promesas para el nuevo año que no vamos a cumplir. Una vez más le pisamos la mano a alguien o alguien nos la pisa, mientras nos agachamos como locos a coger caramelos. Una vez más nos besamos como locos a partir de las 12 y luego seguimos tragando mantecados. Una vez más hay alguien que vive sólo, que no tiene a nadie a quién regalar ni nadie que le regale nada. Una vez más miles de niños hoy, apenas habrán podido comer nada. Feliz falsedad a todos...
La boda
Hace 14 años