31 de diciembre de 2011

El embrujo de la navidad


Una vez más es Navidad. Una vez más los niños de San Ildefonso cantan con la misma repetitiva melodía los premios de la lotería nacional, que toca en todas partes menos en tu casa. Una vez más vemos los medios saturados de anuncios de juguetes para los niños y colonias para los adultos. Una vez más escucharemos en la radio un villancico cantadado por un coro de niños en una grabación de hace 50 años. Una vez más Freixenet contrata a una superestrella para grabar una mierda de anuncio. Una vez más el Papa Noel verde de toda la vida es sepultado en nuestra memoria por el rojo de Coca-Cola, y éste a su vez es sustituido por el Santa Claus de los estadounidenses. Una vez más la gente sale a la calle para comprar, comprar y comprar. Una vez más tenemos que tragarnos un telefilme de un niño que no cree en Santa Claus hasta que lo conoce en persona y vuelve la magia. Una vez más el Rey trabaja esta noche, por primera vez en todo el año, y hasta el año que viene. Una vez más tenemos que cenar al lado de algún familiar al que no soportamos. Una vez más engordamos 10 kg entre turrón, mantecados y polvorones. Una vez más engullimos uvas al tiempo que nos hacemos promesas para el nuevo año que no vamos a cumplir. Una vez más le pisamos la mano a alguien o alguien nos la pisa, mientras nos agachamos como locos a coger caramelos. Una vez más nos besamos como locos a partir de las 12 y luego seguimos tragando mantecados. Una vez más hay alguien que vive sólo, que no tiene a nadie a quién regalar ni nadie que le regale nada. Una vez más miles de niños hoy, apenas habrán podido comer nada. Feliz falsedad a todos...

2 comentarios:

Paco dijo...

No puedo estar mas de acuerdo.

Leda dijo...

Una vez más la ciudad se llena de luces, mientras lo políticos juegan a usar el cambio de año para subir todo menos los sueldos y las pensiones. Una vez más hay alguien a quien estas fechas le inundan los ojos porque algo terrible les paso en estas fechas. Una vez mas los adultos asaltan a la calle sustituyendo la sorpresa por el monedero. Una vez más olvidamos que durante todo el año hay gente que pisa a gente, hay cosas terribles que ocurren e inundan los ojos, hay niños que apenas han podido comer nada. Una vez mas olvidamos que estas fechas pueden ser una excusa para devolver algo de magia a las arrugas de los ojos y lograr que la mirada de los pequeños se encienda con algo que solo existe mientras tu decides que lo hace. Una vez más podemos coger el espumillón por las orejas y dejar que la chispa de una sonrisa nos sirva de excusa para poner algo de rojo sobre el gris. Felices paparruchas a todos