21 de mayo de 2007

Mis momentos...


Pocas líneas pongo aquí,
pues el resto del poema
en un trance lo perdí
sin mayor estratagema.

Resulta que lo perdí
mientras en el baño estaba,
ahí encuentro inspiración
entre cagada y cagada.

Siete páginas llené
con los versos más preciosos,
siete veces forcé,
y me lloraban los ojos.

Cuando rematé el final
dejándome en él la piel,
descubrí que tanta mierda
merecía mucho papel.

También descubrí asustado
y absorto de la emoción
que el papel se había acabado.

Y sin tener más opción
que echar mano de mis versos,
me limpié con distinción.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sólo tú puedes publicar en tu blog los pensamientos que pasan por tu cabeza en ese momento tan íntimo como es el de la defecación. Qué decir, la verdad es que debía imaginarme que tarde o temprano lo publicarías, te gusta tanto y te costó tanto crearlo...
Eres un poeta, hasta de esa actividad, sacas una poesía.
Andrea.