12 de octubre de 2011

Un rincón imposible


Habito un rincón. Un rincón secreto en el que distraigo a la vida guinándole el ojo. Habito un rincón en el que moran las casualidades y las luces y sombras se tiñen de canela. Un rincón en el que el tiempo se detiene y no es posible respirar. Un rincón en el que jamás podrán encerrarse en palabras aquéllas cosas que no se dicen, conversaciones que despertarían y sobrevolarían las mentes más inquietas, donde existen bosques de olores, donde es posible nadar en un mar de agua dulce y salada, donde es posible distinguir campos circulares y donde sentir música para la piel.

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