17 de septiembre de 2010

Me duele hasta el silencio


Cuando siento al olvido entre mis huesos
y al alma tristemente agonizando,
la angustia martiriza mi existencia
y crece en mí un implacable llanto.

Cuando el frío cabalga por mis venas
y nadie me consuela con su aliento,
son terribles las horas de la noche.
Me duele hasta el silencio.

Cuando nadie me brinda una caricia
y el corazón cansado se desploma,
una gran angustia rompe su ritmo
y la esperanza llora.

Cuando todos ignoran mi existencia.
Cuando trémula el alma siente miedo
y la escarcha se incrusta en mis entrañas;
En ese momento, justo en ese mismo instante
me duele hasta el silencio